El mes pasado decidí salir con un chico guapo que conocí en Bumble, una aplicación digital donde puedes conocer pareja. Primero, nos reunimos para tomar un café y tuvimos una agradable charla durante aproximadamente una hora. No esperaba encontrarlo tan interesante, pero lo estaba.
Decidimos volver a encontrarnos y salir en más citas. Inicialmente, sugerí cuatro citas y una respuesta para iniciar una relación seria. Sin embargo, él no se sintió cómodo con el número y sugirió 10. Realmente hice todo lo posible para llegar a la décima cita, pero yo no pude ponerme de acuerdo con él en muchas cosas.
Quiero decir que el muchacho es un chico increíble, no perfecto. ¿Quién es? y a quien le deseo lo mejor en su búsqueda. Creo que salir en citas es una oportunidad para conocer a alguien y mirar si podemos darle amor tal cual la persona es, sin cambiarle nada.
Estoy escribiendo este blog porque en las 4 maravillosas citas que pasamos juntos, aprendí muchas cosas de mí misma que quiero compartirles.
Lo primero que aprendí sobre mí es que “me importa la opinión de las personas que amo” (familia, amigos, pareja). Sí, no hay nada de malo en eso, especialmente cuando lo que estoy haciendo viene desde el amor. Trabajo en mí misma mucho y por eso los comentarios de mis seres queridos me importan.
Lo segundo que aprendí a reconocer de mí misma es que tengo un manual para mi “chico”. Un manual es este libro de instrucciones que dice cómo funcionan las cosas. En el caso de mi chico, habla las palabras que se supone que debe decirme cuando suceden ciertas cosas.
Tener un manual no está mal, el problema es que a veces apego mis sentimientos al manual y si mi chico no actúa como dice mi manual, inmediatamente pienso en que no es la persona correcta para mi. En mi manual, dice que mi chico está para “apoyarme” no para “criticarme”. Así, que por esta razón también decidí alejarme.
La tercera cosa que aprendí sobre mí fue que después de la segunda cita, "ya estaba en una relación con él" en mi mente. Y mostrarse como una mujer amorosa no fue un problema. El problema fue que su percepción de una relación no era la misma que la mía. Creo que el “estaba saliendo conmigo” y tal vez fue muy precavido, quiero decir que ambos vivimos las citas desde diferentes perspectivas o ángulos. Ambos hicimos lo correcto y de la mejor manera.
Con este ejercicio busco entenderme a mí misma para poder entender a los demás.
No me estoy castigando a mí misma, estoy haciendo esta introspección para admirar quién soy, cada acción descrita aquí tiene sentido para mí y no tengo que explicarle a él o a nadie mi comportamiento.
Esta semana te invito a que hagas una pausa: observa y admira todo lo que haces para demostrar tu amor, y desecha la otra opción:
la de castigarte o ser dura contigo misma.
Elige admirar tus gestos, tus acciones.
Elige a las personas cuyas opiniones quieras que te importen.
Mantén o desecha el manual que tienes para tu chico, solo recuerda no atarlo a tu felicidad.
Y suena con una relación amorosa, espectacular aunque la otra persona no esté de acuerdo, hazlo si es lo que realmente deseas de corazón.
Porque cada acción que realizamos desde el lugar de amor, vale la pena.
Pd1 : Vi la posibilidad y para una viuda eso es una gran victoria.
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